Usos medicinales
A nivel medicinal, las virtudes del ciprés se destacan particularmente sobre el sistema circulatorio, curando várices, debilidad capilar y desórdenes menstruales (ya se trate de reglas excesivamente abundantes o de hemorragias vaginales no relacionadas con la menstruación), en el caso masculino, es probadamente efectivo contra la varicocele.
Es también beneficioso para atenuar y sanar las alteraciones del sistema renal (cistitis o infecciones urinarias, problemas con la próstata), del sistema respiratorio (bronquitis, asma, sinusitis, toses espasmódicas) y del sistema digestivo (hemorroides, diarreas, úlceras, etc.). También, entre otras muchas funciones, alivia inflamaciones, edemas y dolores reumáticos en general.
La parte del ciprés que se utiliza con fines terapéuticos es predominantemente el fruto, procesado para extraer sus aceites esenciales y demás sustancias sanativas.
Dependiendo de la dolencia, puede emplearse a través de pomadas, supositorios, tintura madre, extracto, decocción e –incluso- inhalaciones. Verbigracia: si se padece de asma o bronquitis puede hacerse el siguiente tratamiento: añadir de cinco a diez gotas de aceite esencial en agua hirviendo e inhalar los vapores.
Las dosis de cada tratamiento dependen de su aplicación interna o externa. Así, de acuerdo a diversos manuales naturistas, de la tintura madre utilizada en forma externa se agregan de cien a ciento cincuenta gotas por litro de agua y se aplica sobre la dolencia en compresas. Si se trata de problemas intestinales, se utiliza de forma interna, tomando de diez a vente gotas (diluidas en miel) antes de las comidas.
Constituye una buena alternativa a muchos medicamentos que provocan desagradables efectos secundarios, reafirmando una vez más la sabiduría de nuestras abuelas, que siempre nos dicen que la mejor farmacia es la Madre Naturaleza.
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