Las vacas excretan a través de su leche toxinas tales como: pesticidas, antibióticos, productos químicos, hormonas, virus y bacterias (o las toxinas por ellos producidas) de las enfermedades del ganado, glóbulos blancos procedentes de la mastitis (llamado vulgarmente PUS).
En las granjas de ordeño intensivo las vacas sufren hacinamiento, suciedad, mala alimentación, administración de hormonas, antibióticos y tranquilizantes.
Las vacas felices dan mejor leche, por ello es urgente la vuelta a una ganaderia ética y local.
La leche es una bomba hormonal pues está diseñada para que el ternero engorde 100Kg en un año. Además altera el inicio de la edad menstrual, pues se ha adelantado la edad a 11 años en las niñas.
Opciones:
Si se toma leche optar por la de las granjas ecológicas. Priorizar leches vegetales a las leches animales. Eliminar el ladrón de calcio en la dieta: el azúcar blanco. Amamantar a nuestros hijos y alejar a nuestros hijos de los lácteos.