jueves, 4 de septiembre de 2008


NORMAS PARA LA FELICIDAD


- ¿Qué harías si Jesús te dijera hoy, mirándote a los ojos: “te ordeno que seas feliz”? Tienes la obligación de ser feliz. Empieza a pensar hoy cómo vas a realizarlo.

- Para contactar con tu cuerpo interno toma conciencia de la quietud, toma una actitud de escucha interna, de quietud interna, esto es: no pienses únicamente con tu cabeza, piensa con todo tu cuerpo. Empieza concentrándote en la respiración. La respiración consciente es una meditación por derecho propio, te pone gradualmente en contacto con el cuerpo. Inspira y siente el abdomen expandirse y contraerse ligeramente con cada inspiración y expiración. Si te resulta fácil visualizar, cierra los ojos y obsérvate rodeado de luz o inmerso en una sustancia luminosa, en un mar de conciencia. A continuación inspira esa luz. Siente que esa sustancia luminosa llena todo tu cuerpo y lo hace luminoso. A partir de ahí, gradualmente, céntrate más en la sensación. (Para repartir la energía por todo el cuerpo, en lugar de que se quede sólo en la mente).

- El subconsciente nunca está ocioso, si no plantas en él pensamientos positivos se alimentará de los que le lleguen como resultado de tu inteligencia. Intenta alejar los impulsos negativos y ayuda a tu subconsciente con impulsos positivos. Esta es la llave que abre la puerta de tu subconsciente. Si tú tienes esa llave ningún pensamiento indeseable puede ya influir en tu subconsciente. Las emociones positivas son inyectadas en tu mente mediante el principio de la autosugestión. Para ello hemos de hablar su lenguaje, sino no nos escuchará. El lenguaje que mejor comprende es el de la emoción o sentimiento. Emociones positivas son: deseo, fe, amor, sexo, entusiasmo, noviazgo y esperanza; y la emociones negativas son: temor, celos, odio, venganza, codicia, superstición, cólera. Las emociones positivas y las negativas no pueden ocupar la mente al mismo tiempo, así que tu responsabilidad es asegurarte de que dominen las emociones positivas. Así las negativas ya no podrán entrar. Una sola emoción negativa en tu mente sería suficiente para destruir todos los cambios de ayuda constructiva en tu subconsciente. Hacer los pensamientos positivos siempre el presente, y sin utilizar el “no”, pues el subconsciente no codifica el “no”.

- Todo lo que proyectamos al Universo retorna de alguna manera a nosotros. Atraemos a nuestras vidas lo que pensamos y creemos, ansiamos o imaginamos con fuerza. Por tanto, si estamos en armonía con el Universo la vida es más plena y feliz de lo que imaginamos. Nuestros pensamientos indican nuestra calidad de vida.

- Debemos estar dispuestos a empezar a amarnos.


- Nunca criticar, ni juzgar, ni quejarse. No criticarse, nunca, jamás, por nada.

- Elegimos a nuestros padres para aprender de ellos. Amar a la familia es el primer paso del amor. Amar a la familia no es hacer lo que ellos quieren. Aprendo a ser libre entre mi familia.
- No alimentes conflictos, todos ellos son provocados por la ignorancia. Busca la LUZ, ella emana de la esencia que te lleva de regreso a la Fuente.

- Si te fortaleces interiormente nada te perturbará. Para ello no te identifiques con lo que eres como persona humana, descubre tu realidad interior.

- No juzgues tus sentimientos. Tragarnos los enfados produce rencor, amargura o depresión. Así que es bueno “encargarnos” de la rabia cuando ésta se presenta. Podemos hablar “imaginariamente” con la persona que estamos enfadados, decirle lo que pensamos para expresar nuestros sentimientos y dejarlos salir. Podemos empezar diciendo:“Estoy enfadado contigo porque ......” O podemos escribirle una carta y luego quemarla. Al irse la rabia deja sitio para el amor.


- Trátate a ti mismo con todo tu amor. Ámate ya, ahora mismo. Cuida tu cuerpo.